Teoría del ciclo de vida

Teoría del ciclo de vida es un conjunto de relatos, dividido en cuatro partes más una intro:
1.- Perversidad 2.- Everest 3.- Ficción 4.- Así

martes, 20 de diciembre de 2011

Tremé y los personajes (I)

Cuando uno ve Tremé, la primera tentación es hablar de su música. Y es imprescindible hacerlo, con todo ese movimiento en Nueva Orleans, el jazz, el rock, el rythm and blues, la cultura indígena, el carnaval. Pero la fortaleza de la serie está en sus personajes y en el fascinante desarrollo que tiene.

Ésa es la marca de la casa de David Simon. Ya en The Wire logró unos buenos-malos y unos malos-buenos fascinantes (DiAngelo, Omar, Marlo, Stringer...) y uno no sabía con quién simpatizar.



En Tremé ninguno destaca. Todos intenta sobrevivir al horror después del Katrina, con la música, la enseñanza, la gastronomía, la policía, la justicia, la política... todo cabe en el mundo Simon. Ha sabido elegir los personajes con los que criticar todo este maldito sistema, sin grandes consignas, sólo con la realidad por delante. Que sea el espectador el que se dé cuenta, que nos creamos inteligentes. Tremé es una lección.

Cosas que me hacen sentir bien: El horario nocturno.
Cosas que me hacen recaer: La lejanía.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Las canciones y su momento

Tengo la sensación de que las canciones se apoderan de mí y por momento no puedes escapar de ella. Necesitas escucharla en todo momento hasta el instante en el que viene otra que la sustituye. Así quedan las canciones y su momento. En mi breve estancia en Marchena, se queda Turnedo, la nueva versión de Iván Ferreiro y Xoel López, y no había manera de quitarla de la cabeza.



Éstos fueron algunas más:
Let´s go surfing, de The drums – Verano de 2010.
Mi realidad, de Lori Meyers – Las Cabezas de San Juan, primavera de 2010.
Los ángeles, de Sr. Chinarro – Coín, otoño de 2009.
Canción de viernes y Hyde Park, de Cooper – Sevilla, primavera de 2009.
12 segundos de oscuridad, de Jorge Drexler – Para los días tristes de lluvia.
Todo lo demás, de Iván Ferreiro – C/ Granada de Málaga, camino de la academia.
Golden skans, de Klaxons – Parada del 20, junio de 2007.
Fin de un viaje infinito, disco de Deluxe – Univesidad de Málaga (Teatinos), primavera de 2007.
Cayman Islands, de Kings of Convenience – Mayo de 2007.
Dance, dance, de Fall out boys – Aulario López Peñalver (Teatinos).
When you were young, de The killers – Prácticas en IES Jardines de Puerta Oscura, primavera de 2007.
One I love, de David Gray – Universidad de Málaga (rampa de entrada de la facultad de Económicas), fin de curso 2005/06.
It´s all right, de Marlango – Diciembre de 2005.
Franz Ferdinand, Bloc Party, Kasier Chiefs, Editors, Mando Diao, Maximo Park – Iniciación indie, tardes-noche de clases en Económicas.
Yellow y Trouble, de Coldplay – Curso 2000/01 (1º Bachillerato).
La cuenta atrás, de Girasoules – Primavera de 2001.

Y muchas más. Como una de diciembre de 2001, se cumplen ahora 10 años, pero ésa es inconfesable musicalmente hablando.

Cosas que me hacen sentir bien: Iván Ferreiro & Xoel López.
Cosas que me hacen recaer: Los discos de villancicos, los recopilatorios, los duetos, los discos de directo.

martes, 22 de noviembre de 2011

A los 27 (II)

...Woody Allen actuaba en teatros y televisión, además de ser "multi-guionista". Aunque aún no había dirigdo su primera película.
...Scott-Fitzgerald ya había escrito su primera novela, además de haber publicado cuentos con anterioridad en la prensa. Aún no había escrito El gran Gatsby.
...Delibes publicó a esa edad La sombra del ciprés es alargada, su primera novela, y vaya novela.
...Kubrick ya había dirigido su primera película, Fear and desire, aunque su primer título comercial llegó a esa edad: Atraco perfecto.
...David Simon aún no había escrito su primer libro, ni por supuesto, creado ninguna de sus series. Trabajaba en el Baltimore Sun.
...Jorge Drexler estaba a punto de publicar su primer disco.

Tengo la sensación constante de no hacer nada importante, como el otro día, en otra reposición de Friends, en uno de los últimos capítulos de la 4ª temporada (la mejor), que comenzaba con la siguiente conversación entre Chandler y Joey:
Chandler: ¿Sabes qué? Es como si de repente estuvieran pasando un montón de cosas.
Joey: Lo sé. Ross se va a casar.
Chandler: Phoebe está fabricando niños.
Joey: ¡Todo el mundo hace algo!
Chandler: Y nosotros aquí sentados. Si me muriera ahora la única huella que dejaría en el mundo sería la huella de mi culo en este sillón! Tenemos que hacer algo, ¿vale? Algo grande.
Joey: Podríamos escalar es Everest.
Chandler: No, no, algo estúpido no, algo grande.
Joey: No, vi un reportaje sobre el tema, la gente lo escala todos los días! Podríamos hacerlo sin problemas.
Chandler: ¿Por qué no? ¡Al fin y al cabo sólo es escalar! Sólo es, sólo es muy empinado.
Joey: Sí.
Chandler: Vamos al Everest. Será genial dejar la huella de mi culo en el Everest.


Al final decidieron alquilar un documental sobre el Everest, aunque suponía comprarlo por correo, así que decidieron alquilar Arma letal.

Cosas que me hacen sentir bien: Friends.
Cosas que me hacen recaer: Dos hombres y medio.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

A los 27 años (I)

Kurt Cobain, Brian Jones, Janes Joplin, Jim Morrison, Jimi Hendrix, Robert Johnson, Amy Winehouse. Todos murieron a los 27 años. Haré testamento.



Cosas que me hacen sentir bien: Las matemáticas financieras.
Cosas que me hacen recaer: El paso del tiempo.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Sobre el oficio de escribir y Los secretos de Oxford

No soy un gran lector de novelas de misterio, o más que de misterio, de investigación al estilo Agatha Christie. Después de 600 páginas no recuerdo las pruebas, ni su orden, ni la vinculación con el culpable justo cuando éste ha sido descubierto.

Eso es lo que me ocurre con Los secretos de Oxford, de Dorothy L. Sayers, de innegable calidad estilística, capaz de añadir el asunto del feminismo a una trama de sucesos, con personajes brillantes en lo intelectual aunque en lo personal aún no han descubierto su camino (¿alguien lo ha conseguido?).

La investigación nunca me supuso una preocupación. No sufrí por el devenir de los personajes porque está escrita con sarcasmo y gracia, lo que provoca (al menos a mí) que no me lo tome muy en serio.

Y como la protagonista es una escritora, algunas muy buenas reflexiones sobre el arte de escribir:
–Debe ser maravilloso saber escribir –dijo el señor Arbuthnot–. A veces pienso que yo podría inventar una buena historia, si tuviera cabeza para ello.

Había reflejado su estado de ánimo en el papel, y ésa es la liberación que buscan todos los escritores, incluso los peores, como los seres humanos buscan el amor, y una vez encontrada, se sumergen felices en los sueños y dejan de afligirse.


Cosas que me hacen sentir bien: Paco Grande.
Cosas que me hacen recaer: Los best-sellers

martes, 8 de noviembre de 2011

El debate según Sorkin

Si hay algo que nos ha enseñado El ala oeste de la Casa Blanca es que otra política es posible, y que otros debates también. Aunque fuera ágil, no supuso nada nuevo, ni nada brillante, claro que ni Rubalcaba ni Rajoy son Barlett ni les escriben sus discursos Aaron Sorkin. Aquí va un ejemplo de la serie (y ganan los republicanos).



Cosas que me hacen sentir mejor: Aaron Sorkin.
Cosas que me hacen recaer: Rubalcaba & Rajoy.

martes, 25 de octubre de 2011

Sobre qué escribir

Fresnadillo, Bayona, Maíllo, Vigalondo, Plaza, Balagueró, Morales, Amenábar, De la Iglesia. Mientras duermes, REC, Los ojos de Julia, El orfanato, Extraterrestre, Eva, Intruders... Ya, ya está bien. Me gusta el cine suspense, el de terror, más incluso la ciencia ficción, son buenas películas, pero ya está bien. Dónde queda la comedia, dónde un drama bien hecho, dónde un thriller político. Qué pasa con el cine español. Salvo excepciones (Cobeaga, Sánchez Arévalo), nadie toca la comedia, y quien lo hace, se abrasa.

- Estás desnuda -

Estás desnuda, pero no te distingo del resto de la cama. Tú eres parte de ella, pero con las lágrimas, no logro diferenciarte. Te veo, sí, te vislumbro distorsionada, ondulada en apenas dos dimensiones. Tus ojos por un lado, tu boca por otro. Las piernas se separan y se ofrecen como en un ritual caníbal.

Estás desnuda en la cama pero no te distingo. Inerte entre las sábanas, fría como ellas. Estás aquí pero ausente, como si ya no existieses, como si hubieras muerto ayer, justo antes de volver a abrazarnos tras tantos años de duelo.

Sobre qué escribir. Cómo quejarme de lo que hacen (bien) los demás si siempre escribo de lo mismo. Escribo de cosas que no sucedieron pero que quise que sucedieran. Quizás no importe el fondo y sí la forma. Quizás da igual lo que cuentes mientras sea bello. Como decía Pérez-Reverte "...el talento inmenso de Scott Fitzgerald es que supo, como nadie, contar el vacío de su propia vida. Novelar la nada." - leer

Cosas que me hacen sentir bien: Scott-Fitzgerald.
Cosas que me hacen recaer: Las guardias de recreo.

martes, 11 de octubre de 2011

Sr. Chinarro, presidente

No lo duden, ni Rubalcaba ni Rajoy. Ya que nada van a hacer, aquí está Sr. Chinarro para presidente. El eslogan está claro: "Por un mundo mejor, habrá que hacer el amor" de Una llamada a la acción.



Pero hay no queda la cosa, su programa electoral presenta joyas como:
- "Me da risa tu discurso comunista, pasará un avión de guerra por Morón, y se nos olvidará y vuela a un punto de tu vista" de No dispares
- "Tímidos del mundo, uníos, que no pare la conversación, uníos" de Tímidos
- "La venganza es un plato que me voy a servir yo"
de Dos besugos

Próximo discurso: Málaga, 14 de octubre.

Cosas que me hacen sentir bien: Sr. Chinarro.
Cosas que me hacen recaer: Las camisas de manga larga con pantalones cortos.

viernes, 30 de septiembre de 2011

La jauría humana (otra vez)

Ya que anteriormente mencioné La jauría humana, una de mis películas preferidas, aquí un extracto de la novela en obras en la que también dejo caer esa preferencia.

"Volvimos al salón para terminar de ver la película. Brando fue apaleado por defender a Redford. El pueblo se agitaba ante dos hombres defenestrados. La miseria se ve en los ojos del que se cree superior. Desde su perspectiva todo es comodidad, así que no les provoca nauseas levantarse cada mañana, colocarse su mejor sonrisa e impostar un saludo afectuoso. Es espantoso intuir que ahí afuera no existe el sufrimiento."

Cosas que me hacen sentir bien: Un gol en el último minuto.
Cosas que me hacen sentir mal: La interinidad.

martes, 20 de septiembre de 2011

Historia de una noche: La jauría humana y Picnic.

De una celebración, de una noche de fiesta pueden surgir los peores instintos. Quizás sea el alcohol tomado después del Picnic lo que hizo estallar la jauría humana.

Me fascinan esas historias de una noche, donde todo era maravillosamente tranquilo o grácilmente encantador, donde todo se desencadena como por casualidad.

En La jauría humana, Brando debe defender a Redford de las garras del pueblo que se cree en posesión de la justicia.



En Picnic, William Holden llega por la mañana y desestabiliza con su torso desnudo (Un tranvía llamado deseo) a unas hermanas en pleno fervor sexual y a una maestra solterona (doblemente Un tranvía llamado deseo).



Cuidado con lo que hagas esta noche. Puede cambiar tu vida.

Cosas que me hacen sentir bien: La educación pública.
Cosas que me hacen recaer: Esperanza Aguirre.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Lecturas de verano

Lectura para el verano: el tocho. Por lo que sea, porque tienes más tiempo o porque es más llevadero, para el verano, un buen tocho con sus 600 páginas como mínimo. Ya es una costumbre, aunque la escritura de Bolaño no sea muy recomendable para ese tiempo, da igual, ¿es un tocho? Pues para el verano. En los últimos años:

2011 – Los detectives salvajes, de Roberto Bolaño.
2010 – Tom Ripley (Tras los pasos de Ripley y Ripley en peligro), de Patricia Highsmith.
2009 – Tom Ripley (A pleno sol, La máscara de Ripley y El amigo americano), de Patricia Highsmith.
2008 – 2666, de Roberto Bolaño
2007 – América, de James Ellroy.
2006 – Príncipes de Maine, de John Irving.
2005 – Moby Dick, de Herman Melville.
2004 – Suave es la noche, de Scott Fitzgerald.

Y para el verano que viene, ya tengo reservada la lectura: Homicidio, de nuestro adorado David Simon. Qué ganas de que llegue el próximo verano.


Cosas que me hacen sentir bien: David Simon.
Cosas que me hacen recaer: Silvederma.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Fin del verano

Ah, qué bendita melancolía. Para los que somos adictos a ella, para los nostálgicos por naturaleza, el final del verano es un momento ideal. Es momento para recordar, si hay algo que recordar. Momento para interiorizarlo y dosificarlo para las tardes de otoño o invierno.


“Sabes que acabó el verano, y regreso a la ciudad, han cerrado la piscina, aunque aún nos quede el bar”

Sí, me gustan esos momentos. Como cuando eras pequeño y en el pueblo jugabas con las chicas que también iban sólo en verano, como en el final de Verano Azul, como cuando llovía, tiene que llover en las despedidas, y le dabas un beso en la mejilla y sabes que esa sensación duraría hasta el verano siguiente. La novela en obras comienza en el final del verano, y cuando llegó septiembre, de repente empezamos de nuevo.

Surge septiembre de la nada. Con él parece que el mundo cambia pero no es así. Nos engañan año a año con aquellos anuncios que nos preparan para un nuevo curso. Lo mejor para su hijo: las mochilas, los cuadernos, los nuevos lapiceros. Todo cambiaba siempre en septiembre, más que en cualquier enero. Siempre viví de septiembre a septiembre. Los libros de la escuela recién forrados, el peso del nuevo diccionario, el olor de los rotuladores al pintar.

Cosas que me hacen sentir bien: Las galletas pasadas de fecha.
Cosas que me hacen recaer: La vuelta a la ciudad.

martes, 30 de agosto de 2011

Leer fútbol

Menos mal que este fin de semana hubo fútbol, porque si no, ¿qué íbamos a hacer? ¿Leer? Venga ya. ¿Leer fútbol? Es una opción. Saber perder, de David Trueba es un ejemplo. Trueba, Javier Marías, Vázquez Montalbán, Fontanarrosa… Aquí está la aportación de un servidor en su novela en obras al poco glorioso mundo del fútbol.

Los chicos decidimos pasar las mismas mañanas en el viejo campo de fútbol. Entre disparo y disparo, discutían sobre la versatilidad de tal jugador, o sobre la capacidad física de tal otro, a lo que yo asentía atrevidamente esperando que no encontranse en mí a un desconocedor del fútbol. Ciertamente no lo era, me gustaba más practicarlo que verlo, por eso se me escapaban tales detalles excesivos, quizás mi mente no estaba capacitada para tanta información y de tal valor.

Al poco tiempo de partido me quedaba exhausto, seguramente porque mi versatilidad y mi capacidad física no eran las adecuadas. Así que me marchaba de vuelta a casa a ver las chicas nadar. Alguno trataba de venir con alguna excusa idiota, pero rápidamente cortaba su interés de manera brusca. Al final declaraban su verdadera intención y finalmente accedía a sus deseos. Llegábamos a mi cuarto y grabábamos en nuestras retinas aquellas imágenes evocadoras de otros mundos y otras circunstancias.


Cosas que me hacen sentir bien: El Eurobasket.
Cosas que me hacen recaer: Las derrotas del Málaga.

miércoles, 29 de junio de 2011

Mis cinco (o más) personajes favoritos (de series)


Cuáles son las claves para construir un buen personaje masculino. No tengo la menor idea, pero aquí van unos ejemplos.

1.- Don Draper. Indiscutiblemente es el personaje. Todas le desean y todos queremos ser como él. Y no sólo por las chicas (ex mujer, amantes, novia y prometida). Es el saber estar, la convicción de que se está haciendo lo correcto. Aunque es cierto que esta última temporada le hemos visto más vulnerable: solo, rechazado (en parte), borracho (muy), le hemos visto vomitar, pero luego dejó el alcohol (temporalmente) e incluso hizo un alegato contra el tabaco. Y por último, enamorado. ¿Don Draper enamorado? Ha cambiado, pero aún así es el mejor personaje que se ha creado para la televisión.

Relacionados: En Mad Men, los personajes femeninos son más complejos que los masculinos, aunque ahí está Campbell, un tipo diabólico: sacrifica cualquier cosa por el éxito y es muy fiel a ello. Y Matthew Weiner tiene algo que ver con otro gran personaje, Tony Soprano, ese malo-bueno que tan bien funciona en la ficción.

2.- Jimmy McNulty. The Wire es un relato coral, pero todo gira a su alrededor. Es un policía íntegro, si por ello entendemos que es capaz de quebrantar la ley por el bien. En eso es el número uno. Eterno borracho, luego fue modélico, pero cuando las cosas se complicaron volvió a recaer, hasta que supo reconducir su relación con Amy Adams. Bien merecía la pena.

Relacionados: David Simon ha creado muchos buenos personajes. En The Wire tenemos a Omar Little, todo un mito en ese Baltimore desterrado. El pistolero gay icono del mal por el bien. Y en su reciente Treme, John Goodman dio forma (oronda) a un profesor de literatura francamente decepcionado tras el Katrina.

3.- Danny Tripp. Quiso esperar a su guionista Matt Albie (Matthew Perry) tras los problemas de éste con las drogas (Sorkin, se parece demasiado a ti). No podrían volver a rodar cine por un tiempo, así que vuelven a hacer Studio 60 (el Saturday Night Live de toda la vida). Un tipo inteligente que sabe soportar la presión del share. Lástmia que el share sí se llevó a la serie.

Relacionados: Bradley Whitford colaboró con Sorkin en El ala oeste de la Casa Blanca. Él era el asesor del asesor, que aunque suena mal, tiene su importancia. Bartlet for president. Y ya que mencionamos a Matthew Perry (que también colaboró en El ala oeste), mi personaje favorito de Friends era Chandler. Sin duda. Es el típico perdedor que esconde con sus chistes sus problemas de relación.

4.- J.D. Es otro perdedor típico de instituto, pero de la mano de su tutor, el Dr. Cox, fue mejorando. Ojo a la colección de chicas que estuvieron con Zach Braff: Sarah Chalke, Elizabeth Banks, Mandy Moore, Christa Miller, Tara Reid, Heather Graham...

Relacionados: De la misma NBC viene Michael Scott (memorable Steve Carell en The office), el jefe que todos quisimos tener.

5.- Jesse Pinkman. En verdad, no hay que parecerse a Jesse Pinkman porque seguro que él no querría ser él. Quiso salir de las drogas, pero llegó Walter y todo se complicó. Y papá y mamá no nos quiere, el desahucio llega y la chica en la que confías recae por tu culpa. No es fácil ser Jesse Pinkman.

Cosas que me hacen sentir bien: Mad Men.
Cosas que me hacen recaer: True blood.

martes, 21 de junio de 2011

Extrañas referencias

Ya no se le canta a las chicas, o simplemente al desamor. Ahora la moda consiste en cantar a lo extraño: científicos, pensadores, investigadores. Ahí está el Noam Chomsky de Astrud, o El modelo de Watson y Crick de Copiloto y mi preferida: Sthephen Hawking de Parade, un especialista en extrañas referencias.



Así que podría hacer lo mismo. A mi terreno económico, podría pensar en gente mainstream como Marx o Adams. Pero siendo frikis, vamos con los indies de la economía: quizás una oda a Snedecor o una alabanza a la teoría X/Y de McGregor. Sí, a ello me pongo.

Cosas que me hacen sentir bien: La playa.
Cosas que me hacen recaer: El calor.

lunes, 13 de junio de 2011

La perversidad

Es un concepto sugerente. Puede ser tan atractivo como detestable. Pero indudablemente es tentador, y en la novela en obras trata de haber mucho de eso:

El paraíso debía ser aquello. El paraíso debe estar lleno de chicas en bikini dispuestas a nadar constantemente, y si no, dispuestas a dejarse caer ante el sol. Pero como los rayos del sol aún eran débiles y el agua estaba fría, decidían sentarse en círculo y charlar. De qué hablarían las chicas. De quién. Sería yo, serías tú. Siempre nos imaginábamos en las pequeñas mentes mientras sonreían ante lo que otra había dicho. Es un misterio. Sigue siéndolo.

Pero para ejemplos, palabras mayores: Lolita de Nabokov.
Se busca, se busca a Dolores Haze,
pelo castaño, labios escarlata.
Edad: cinco mil trescientos días.
Profesión: ninguna o “estrellita”

¿Dónde te escondes, Dolores Haze?
¿Por qué te escondes, Dolores Haze? […]
¿Hacia dónde corres, Dolores Haze?
¿De qué está hecha la alfombra mágica?

¿Quién es tu héroe, Dolores Haze?
¿Otro de esos actores de gorras azules?
¡Oh los días fragantes, las playas con palmas,
y los coche, los bares, Dolores mía
Dolores, cómo duele esa victoria automática! [...]




Y un par de poemas: Las niñas, de Felipe Benítez Reyes.
Llegan con los tacones sucios del barro de los parques, con un perfume espeso de flores venenosas.
Llegan con gafas negras radiantes, despeinadas; la noche las recubre con un palio morado.
Toman licores densos con aires de tragedia.
Tienen nombres de diosa, de colonia o de gato.
No son invulnerables a las historias tristes y huyen de madrugada, como lunas esquivas.

Y un extracto de Alumnas, de Juan Cameron
Me tratan de señor estas mujeres.
Bromean con mi edad
como si nada ocurriera en la piel cuando es octubre.
Y ellas abren los ojos y ventanas

Me tratan de señor y se iluminan
las piernas con el sol y la sonrisa.
Yo escucho susurrar sobre los años
así una tibia sala en primavera.

Cosas que me hacen sentir mejor: Lolita.
Cosas que me hacen recaer: La nostalgia.

lunes, 6 de junio de 2011

La banda (sonora) de nuestras vidas

Siempre que escucho Coldplay me acuerdo de ti. Así que este fin de semana ha sido especialmente duro. Porque, fuera de sentimentalismos, hay que reconocer que existen grupos que parecen acompañarte en los momentos importantes de la vida, y por generación, Coldplay lo ha sido de la mía.



Es cierto que Coldplay ha cambiado mucho a partir del tercer disco. Ya no son los mismos Coldplay del principio, lo cual no quiere decir que sean peores, simplemente diferentes. Antes todo era más sencillo, más directo (Yellow, The scientist). Ahora todo parece más calculado. Y sin embargo, a pesar de todo ese ruido alrededor (maldito seas Brian Eno) y al margen de supuestos plagios, en sus letras, en sus melodías, aún se puede esuchar a los primeros Coldplay. Y por consiguiente aún te escucho a ti cantarlas o bailarlas, escucho latir tu corazón tumbada en la playa.



Cosas que me hacen sentir bien: Coldplay.
Cosas que me hacen recaer: U2.

lunes, 30 de mayo de 2011

Los vídeos de CANADA

Y no, no me refiero a los de The new pornographers o a los de Arcade Fire. Los vídeos de la productora CANADA están de moda.

Desde clásicos como Christina Rosenvinge (La distancia adecuada) o Marlango (Hold me tight) hasta los más recientes de La bien querida (Hoy), Klaus & Kinski (Forma, sentido y realidad), Hola a todo el mundo (A movement between these two) o Joe Crepúsculo (Tus cosas buenas). Pero sobre todo, Bombay de El Guincho.



También a nivel internacional, con The vaccines (All in white) o Scissor Sisters (Invisible light). Su éxito en 6 claves:
1.- Tonos pálidos.
2.- Paisajes desérticos.
3.- Surrealismo.
4.- Descontextualización, si eso existe, claro.
5.- Sensualidad, o sexualidad, hasta el punto de la censura.
6.- Y chicas, eso no puede faltar.

Para terminar, mi preferido: What you know, de Two door cinema club.



Cosas que me hacen sentir bien: Los videoclips.
Cosas que me hacen recaer: La MTV.

lunes, 23 de mayo de 2011

El último hurra

Unas últimas elecciones, una dolorosa derrota, una prensa que le atosiga, los bancos se agitan... no es Rodríguez Zapatero, es Spancer Tracy y es un veterano alcalde en El último hurra.

Unas elecciones son un buen argumento, desde Delibes hasta El ala oeste de la Casa Blanca, pero en El último hurra se percibe el aroma de la derrota, la desilusión de no poder gobernar.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Strauss-Kahn: un caso de película

Luego dicen que la economía es aburrida. Aquí está Dominic Strauss-Kahn para desmentirlo. Un tipo poderoso (Ciudadano Kane), un hombre íntegro (Caballero sin espada), que se deja llevar por la corrupción (El político), un obseso sexual (Californication), una esposa fiel (The good wife), un escándalo familiar (Capturing the Friedmans), unas primarias cercanas (El ala oeste de la Casa Blanca), una prensa al acecho (Todos los hombres del presidente).



De todo este material podría salir una gran película, quizás dirigida por Polanski, no, Polanski no es un buen ejemplo. Detrás de un gran hombre, puede haber un gran secreto, una gran mentira, un despropósito impensable. ¿Quiénes nos gobiernan? Y luego dicen que la economía es aburrida, qué fácil será explicar la función del Fondo Monetario Internacional en el futuro.


Cosas que me hacen sentir bien: Las manifestaciones.
Cosas que me hacen recaer: La política.

lunes, 9 de mayo de 2011

Vetusta Morla & Jorge Drexler

Poco tienen en común salvo que coincidieron en este fin de semana en Málaga. Más allá de gustos y disgustos, más allá conciertos, prevalecen sus letras:

“con vivos, muertos, brindando juntos por un año más. Un año menos que dolerse de esta herida y de esta luz”



“desde ahora mismo y aquí, hacia donde quieras que estés, parte de mi alma parte a tu encuentro”




Cosas que me hacen sentir bien: Jorge Drexler.
Cosas que me hacen recaer: El auditorio de Málaga.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Héroes y villanos (Nueva ola Guardiola)

En toda película o novela debe estar claro quién es el villano. Qué sería de Luke Skywalker sin Darth Vader (además de que era su padre), qué sería de Sherlock Holmes sin Moriarty, qué sería de Obama sin Bin Laden (esto no es ficción, aunque lo parece).

Qué sería de Guardiola sin Mourinho. Ahí está Guardiola como Gary Cooper o como James Stewart, el bueno de cada película, el que más sufre, el que se encuentra acorralado por un villano tiránico.

Pero a veces los buenos no son tan buenos, y eso es lo mejor de las historias, es como McNulty en The Wire, o como Spider-man con aquella sustancia, Venom o el simbionte. A veces los buenos son realmente malvados. Sin embargo, Guardiola, por contraste con Mourinho, parece un inocente colegial esquivando caramelos a la salida de la escuela. Pero cuando le invade esa sustancia negra:
- Guardiola se quejó de un árbitro (Proença).
- Guardiola se quejó de un árbitro antes del partido (Proença, día 23 de abril).
- Guardiola se quejó de un árbitro (Proença) que ni siquiera le pitó.
- Guardiola se quejó de un gol anulado (final del 20 de abril).
- Guardiola se quejó de un gol bien anulado (día 22 de abril).
- Y algunas cosas del pasado: Guardiola es el único entrenador que ha entrado en un vestuario del árbitro (28 de abril de 2010, Barcelona Málaga: “somos señores y respetamos a todos pero exigimos que se nos respete, ahora ponlo en el acta”)

Para que todo no sea fútbol, un poco de música, del grupo Los directivos, así, una canción al azar: Nueva ola Guardiola “tanto en liga como en copa lleva impecable la ropa”



Cosas que me hacen sentir bien: Radio 3.
Cosas que me hacen recaer: Sergio Sauca (no se puede retransmitir peor un partido).

jueves, 28 de abril de 2011

Murakami y El gran Gatsby

Se estrena la adaptación de Tokio blues (Norwegian Wood), y hay un pasaje que me fascina de la novela, aquél que habla de El gran Gatsby.

A los 18 años, mi libro favorito era El centauro, de John Updike, pero cuando lo hube releído varias veces, perdió su chispa y cedió la primera posición a El gran Gatsby, de Fitzgerald, obra que continuó encabezando mi lista de favoritos durante mucho tiempo. Tomar El gran Gatsby de la estantería, abrirlo al azar y leer unos párrafos se convirtió en una costumbre, y jamás me decepcionó. No había una página de más. “¡Es una novela extraordinaria!”, pensaba. Me hubiera gustado hacer partícipes a los otros chicos de tal maravilla. Pero a mi alrededor no había nadie que leyera El gran Gatsby. Dudo que lo hubieran apreciado. En 1968 leer El gran Gatsby no llega a ser un acto reaccionario, pero tampoco podía calificarse de encomiable.

Pese a todo, conocí a una persona que había leído El gran Gatsby, y nos hicimos amigos precisamente por ello. […] Nos conocíamos de vista, ya que vivíamos en la misma residencia, hasta que un día en que yo estaba leyendo El gran Gatsby en un rincón solado del comedor. Él se sentó a mi lado y me preguntó qué leía. “El gran Gatsby”, le dije. “¿Es interesante?”, me preguntó. Le respondí que lo había leído tres veces, pero que cuanto más lo releía más párrafos interesantes encontraba. “Un hombre que ha leído tres veces El gran Gatsby bien puede ser mi amigo”.

Tan amigos como era Gastby del narrador Nick Carraway, que así lo refleja en el fascinante final.

Gatsby creía en la luz verde, el orgiástico futuro que, año tras año, aparece ante nosotros… Nos esquiva, pero no importa; mañana correremos más deprisa, abriremos los brazos, y… un buen día…

Y así vamos adelante, botes que reman contra la corriente, incesantemente arrastrados hacia el pasado.

Cosas que me hacen sentir bien: El gran Gatsby.
Cosas que me hacen recaer: Los goles de Messi.

lunes, 25 de abril de 2011

Siete días de lluvia

Ése podría ser el resumen de la Semana Santa. Siete días de lluvia, como en Seven (aunque allí el sol dio un respiro final), donde Morgan Freeman y Brad Pitt investigaban al asesino de en serie de los pecados capitales con una incesante lluvia día tras día.

La lluvia como elemento de desasosiego. Nada como la lluvia para conseguir esa atmósfera opresiva y desasosegante, como en la gran bronca final entre el abuelo y Brick en La gata sobre el tejado de zinc. O como en muchas películas de ciencia ficción, como en Blade Runner. La tristeza es la lluvia.



Pero hay excepciones a la regla. Hay muchas excepciones, pero recuerdo esa escena de esplendor en El camino de los ingleses, donde los chicos son los amos del mundo. Estaba pensada para un día de sol radiante, pero aquel día de Málaga amaneció nublado. Cambiaron el sol por la lluvia. Siguió siendo esplendor. También se puede ser feliz bajo la lluvia.


Cosas que me hacen sentir mejor: Las noches de Champions.
Cosas que me hacen recaer: La vuelta de las vacaciones.

jueves, 7 de abril de 2011

Escribir, ir muy despacio sin saber si voy a llegar

A Liam Gallagher también le pasa. Bueno, era algo que esperábamos, y bastante bien parado ha salido de la escritura del disco debut de Beady eye.

“Yo sólo pienso en la guitarra. No pienso demasiado cuando compongo. Pero es jodidamente difícil. Es con una lucha. Es como ir muy despacio sin saber si voy a llegar al final. A veces se enciende una luz, a veces no. Para mí componer no es una cosa natural. Escribo lo primero que me viene a la cabeza y si rima y logro llegar al final de la canción, siento una especie de alivio.”




Cosas que me hacen sentir mejor:
Wonderwall.

Cosas que me hacen recaer:
Albert Espinosa.

jueves, 31 de marzo de 2011

Lo bueno, para todos

Nos habíamos acostumbrado a que las series realmente buenas fueran ignoradas por las televisiones comerciales. Y cuando no la ignoraban, las maltrataban con horarios incomprensibles (Los Soprano en La Sexta y Mad men en Cuatro).

Ahora Antena 3 parece animarse con algo más que no sea culebrones. Primero Dowton Abbey y ahora The Pacific. Dos grandes producciones: la primera, británica; la segunda, obra maestra de la marca Spielberg sobre la II Guerra Mundial en el lado del pacífico.



Antes fueron (aunque en Neox) la 7ª temporada de Scrubs o las dos primeras de Modern Family. Y La Sexta tuvo gran audiencia con The Walking Dead. Así que hay vida más allá de CSI, House o El mentalista. Series repetidas hasta la saciedad, no sólo por sus reposiciones, sino por su propia estructura. Capítulos idénticos a los anteriores.

Ahora ya sólo nos queda tener series españolas decentes. Y mucho más sería pedir que las grandes obras maestras llegaran a las cadenas generalistas. Imagínate ver The Wire en el prime time. El día que eso ocurra, la felicidad habrá llegado por fin a nuestras vidas.

Cosas que me hacen sentir bien: The Pacific.
Cosas que me hacen recaer: La guerra.

jueves, 24 de marzo de 2011

Qué es la muerte (según las canciones)

Llega el momento de afrontar la muerte de la mujer del protagonista. Un golpe duro a las primeras de cambio. Pero qué es la muerte.

"...Qué será la muerte, me preguntaste un día, y no te supe contestar.
Si la muerte es mirar y no verte. Que la muerte es mirar y no verte..."



"...Morir es aprender a esperar.
Y vivir, vivir es aprender a ver en la oscuridad..."



Cosas que me hacen sentir bien: La gata sobre el tejado de zinc.
Cosas que me hacen recaer: Adiós Elizabeth Taylor.


jueves, 17 de marzo de 2011

La catástrofe: entre la ficción y la no ficción

“El horror, el horror”, decía Marlon Brando en Apocalipsis Now, y te lo creías, aquello era el horror, como lo era lo que sufría Christopher Walken en El cazador, todas ellas sobre Vietnam, todas ellas ficticias basadas en guerras reales. Pero te las creías a pies juntillas. Con el tiempo te acostumbras, y lo que es real te parece ficción, como bien dice Javier Gallego (Carne Cruda).




“Nos hemos convertido en consumidores de tragedias. Nos las tragamos como una coca cola y luego no queda más que una lata arrugada. Hoy es Japón, ayer Libia, antes de ayer Haití y mañana ya veremos. Mañana llegará otro tsunami informativo que pasará por encima de éste y probablemente no volvamos a saber de él o quede reducido a residuo informativo. A mí me parece como ver una película. Mientras dura estamos enganchados al drama, pero luego se enciende la luz de la sala y desaparece de nuestras vidas con la misma facilidad con la que se instaló en ellas. No creo que seamos unos insensibles desalmados (no más de lo normal), es que lo que vemos no nos parece más real que una peli.”

Es terrible, pero es así. Me cuando veo los capítulos de The Pacific, aquellos que exaltan a los que sobrevivieron a la guerra, pero pienso en los que cayeron al lado del protagonista en las playas de Guadalcanal a las primeras de cambio y que seguirán allí en las mismas playas. Lo piensas mientras terminas de cenar y luego vas a dormir plácidamente.

Es lo que tiene las catástrofes, sube la audiencia de los informativos, nos permite lamentarnos con motivo, nos hace sentir mejor por lo que tenemos, nos permite tener de qué hablar en el ascensor o en el bar.

Cosas que me hacen sentir mejor: La 2.
Cosas que me hacen recaer: Tele5.

viernes, 11 de marzo de 2011

Frustración

- Frustración -

Toda esta frustración se revierte en busca de letras, músicas, imágenes pretenciosamente creadas por mí. A veces siento que mi frustración traerá grandes resultados, como si del dolor naciera la belleza.

Lo escribí hace tiempo, pero me viene perfecto para ahora. A veces me gusta los momentos de tristeza, con esta lluvia incesante de fondo. A veces me gusta la tristeza e intentar sacar algo de provecho de ella, intentado aprovechar la inspiración del desamparado. A veces, porque esta tristeza desespera por momentos.



Cosas que me hacen sentir mejor: Visitar la FNAC.
Cosas que me hacen recaer: Que la chica encargada de las películas y series de TV de la FNAC no me haga ni caso.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Ser original en tiempos de no serlo

Fernández Mallo como exponente de la originalidad (Proyecto Nocilla) publica un libro a partir de otro de Borges. En El hacedor (de Borges), Remake adapta los textos a su mundo, tomando los títulos como punto de referencia para desarrollar otros poemas. Podríamos decir que Fernández Mallo es original adaptando a otro autor. El mundo al revés.

Pero qué más da mientras sea bueno. Ya nada es original, nada puede serlo tras tantos años. Dentro de un siglo, ¿qué más quedará por decir? ¿Acaso ahora queda algo por decir? Ésa debe ser la depresión del autor novel, enfrentarme al papel en blanco sabiendo que cualquier cosa que escribas ya estará escrita mucho antes, y sin lugar a dudas, mucho mejor.

Modestamente intento hacer lo mismo. Últimamente tomo frases de canciones que utilizo como título. Ya dejé uno que se llamaba Todo lo que dije yo lo dije por gustarte (basada en una canción de Julio de la Rosa) y el último single de Christina Rosenvinge origina esto:

- Son pequeños dolores entre pálidas flores -

Aquí estoy yo entre todos vosotros, como la oveja negra de la familia, como el malo de la película, el indio que se lleva a la hija del general, el dolor de esa muela entre todas las muelas.

Aquí estoy yo entre todos vosotros, incordiando conversaciones, helando sonrisas por mi irremediable miseria, oyendo excusas que me alejan de vosotros, huyendo por no ser descubierto.

Aquí estoy yo entre vosotros, tristemente encadenado, por no ser todo lo que he sido, por dejar de serlo, aquí estoy yo entre vosotros, viendo vuestra felicidad mientras desfallezco.


martes, 22 de febrero de 2011

La historia según la tele (basado en hechos irreales)

Las series y miniseries se están cargando la historia. Ahora con el 23-F, pero da igual que sean bodas reales, franquismo edulcorado o república de cartón piedra. De cualquier hecho histórico que hables, hazlo como si fuera una historia de amor a lo largo del tiempo, que no falte así el llanto.

Bandolera en tiempos revueltos, señoras y curas antes de la guerra o el 23-F, sí, el 23-F como el caso más flagrante. Todos los años una nueva producción, que a fuerza de repetir, banaliza la situación, se va los lugares comunes, representa lo ya representado, lo ya documentado.

En eso, la radio (Documentos - oír) o la literatura (Anatomía de un instante) van con ventaja, con mucha ventaja. Para 23-F, el de Muchachada nui.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Otra historia de amor

"Ésta es nuestra historia. Otra más. Una historia de amor, o de desamor, no lo sé. Supongo que será como todas las historias de amor, felices e infelices al mismo tiempo. Pero ésta es nuestra historia."

Así comienza otra novela que está en obras. Una historia de amor, y como ya pasó la fecha oficial, ya se puede decir, ésta es una historia de amor. Hay un tabú en reconocerlo, como si las historias románicas sólo fuesen ésas con títulos horrendos que se venden por fascículos. Pero todas las novelas son novelas de amor, o casi. Y las canciones, las canciones son... Ahí viene una que trae buenos recuerdos.



"Girl, and watch you go running through this life darling"

viernes, 4 de febrero de 2011

Friends, otra vez

Otra vez la reponen, pero no te cansas de verlo. No son como otras reposiciones que hacen esos grandes canales de la TDT en la que se vuelve a ver Alf, Los problemas crecen, Cosas de casa, Padres forzosos, El príncipe de Bel Air… Ahora te preguntas cómo veías eso, y lo que es peor, por qué sigo viéndolo 20 años después. Será la nostalgia.

Pero no es el caso de Friends, que no ha perdido la chispa como tampoco lo ha hecho los primeros capítulos de Los Simpsons. Te sigues riendo con los chistes malos de Chandler, con las aburridas historias de dinosaurios de Ross, con las conquistas de Joey, con las locuras de Phoebe, con las manías de Monica y el desenfado de Rachel.


Quizás sea ésa la clave de su éxito, la definición tan clara de los personajes en las primeras temporadas que hace que el 80% de su humor posterior se base en rasgos de sus protagonistas, y ahí va otra vez: el trabajo de Chandler, los matrimonios de Ross, los casting de Joey, el taxi de Phoebe, la obesidad anterior de Monica y los amores de Rachel.

Todas las tramas de comedias posteriores te parecen que ya se habían visto en las 10 temporadas de Friends. Nada ha sido igual desde entonces, pero menos mal que la TDT nos transporta en el tiempo y podemos volver a Nueva York con nuestros viejos amigos y con unos años menos.

jueves, 27 de enero de 2011

Chico conoce a chica, chica conoce a chico

Me apasiona este subgénero. Podría llamarlo comedia romántica pero ese término ha quedado devaluado por los engendros que suelen hacer Jennifer Anniston y compañía, así que ahí va una selección de lo mejor de lo mejor:

El graduado (1967) de Mike Nichols

Hay muchas películas anteriores, pero para mí el comienzo o la cumbre es El graduado, esa obra maestra en la que Dustin Hoffman comienza realmente a vivir tras graduarse y enamora a Katharine Ross y a su madre, Anne Bancroft, que para siempre será la señora Robinson.
─Ben, ¿qué estás haciendo?
─Yo diría que ir a la deriva, aquí en la piscina.
─¿Por qué?
─Porque resulta cómodo ir a la deriva.


500 días juntos (2009) de Marc Webb

Es la última de todas y se está convirtiendo en un clásico moderno con esa historia de desamor entre Tom y Summer, entre Gordon-Levitt y Zooey Deschanel, donde el mundo está al revés, el chico busca el compromiso y ella no, hasta que... una historia de desamor.



Adventureland (2009) de Greg Mottola

También reciente, con Jesse Eisenberg vengando a todos los perdedores, llevándose a la chica. Para el crítico Alejandro G. Clavo Adventureland “es una película cumbre, de lo mejor que el cine americano ha ofrecido en esta década que se cierra […] Mottola filma la adolescencia como si fuera un periodo amargo, sumamente triste […] Jóvenes melancólicos que graban cintas de música triste a la chica de la que están enamorados, que escuchan a The Velvet Underground o a Bowie."

Algo en común (2004) de Zach Braff

En este caso es Natalie Portman de la que estamos enamorados, y quién no lo haría, Zach Braff cae en este caso con la ayuda de The shins: “The shins van a cambiar tu vida” y lo hizo, pero estaba Natalie de por medio.

Once (2006) de John Carney

Once es una historia más madura, donde la música juega un papel si acaso más importante, pero los devaneos son menos visibles, propio de los años que se acumulan en nuestra esperanza. Glen Hansard y Marketa Irglova traspasa el amor de la pantalla a la realidad y a la música con The swell season.


Annie Hall (1977), Manhattan (1979), Todo lo demás (2003), de Woody Allen

Pero si hay que hablar de amor maduro, cualquier película de Woody Allen es propicia para ello, con las clásicas donde Woody es el eterno aspirante o a las más recientes, especialmente Todo lo demás, donde Jason Biggs está perdidamente atado a Chrstina Ricci, y quién no lo estaría.

Pero volvamos a Annie Hall:
"Me di cuenta de lo maravillosa que era y de lo divertido que fue conocerla, y pensé en aquel viejo chiste: Un tipo va al psiquiatra y dice "Doctor, mi hermano está loco. Se cree que es una gallina". Y el doctor dice "Intérnelo". El tipo responde "lo haría, pero necesito los huevos" Bueno, supongo que eso es lo que pienso sobre las relaciones. Son completamente irracionales, locas y absurdas. Pero supongo que insistimos con ellas porque la mayoría necesitamos los huevos"

jueves, 20 de enero de 2011

Más canciones, la inspiración está en ellas

Escuchas una canción y ¡ya! Ahí tienes el comienzo de un relato, o su título o simplemente una imagen que te lleva a cualquier otro lugar. Aquí viene, de Una mierda de canción (ése es su título) de Julio de la Rosa a Todo lo que dije yo lo dije por gustarte.

- Todo lo que dije yo lo dije por gustarte -

¿Te acuerdas? Reconocí que me gustaba Aronofsky cuando no había visto ninguna de sus películas. Dije que me fascinaba Nirvana cuando odiaba el grunge. O que me apasionaba Murakami y en verdad no soporto lo exagerado de su melancolía.

Sí, es verdad, todo lo que dije yo lo dije por gustarte, pero ahora ya puedo reconocerlo cuando te has marchado tan de repente. Ahora soy libre para manifestar todas mis mentiras salvo por un simple aspecto: Vi todas las películas de Aronofsky y me encantaron, releo a Murakami y veo tus gestos en sus palabras, escucho a Nirvana y eternamente me recuerda a ti.




Páginas: 56 (novela), 57 (teatro)
Canción de referencia: Una mierda de canción, de Julio de la Rosa.
Película de referencia: El apartamento, de Billy Wilder.

jueves, 13 de enero de 2011

The drums: Hay tanta literatura en el rock...

...más que en muchas grandes obras. Eso es lo fascinante, que en unas pocas palabras, más allá de la melodía que la acompaña, puedas decir tanto. The drums es un ejemplo de ello, en su disco debut deja algunas canciones memorables. De todas ellas, me impacta Best friend.

You are my best friend and then you died, when I was twenty-three and you were twenty-five. You are my best friend and then you died, and How will I survive, survive, survive, survive? And everyday I waited for you, and everyday on the top of your car.

I had a dream of you. You were drifting away. You were sailing in the ocean just drifting away. And I know you´re gonna be ok, cuz I can see it in your eyes, your eyes, your eyes, your eyes, and I know I´m gonna survive, survive, survive, survive.




Páginas: 56 (novela), 53 (teatro)
Canción de referencia: Best friend, de The drums.
Película de referencia: Adventureland, de Greg Mottola.

viernes, 7 de enero de 2011

Llevarla en el corazón

Se va a cumplir un año del terremoto en Haití, momento idóneo para recordar y luego volver a olvidar. Pero el cólera nos la trajo de nuevo al primer plano… para luego olvidar. Yo, en cambio, recuerdo especialmente ese terremoto y la cobertura que se dio por ser mis primeros días en Las Cabezas de San Juan. Es triste que los acontecimientos se recuerden por circunstancias personales, pero así es la forma de ser del individuo. Albert Camus pareció escribir este extracto de La peste para este momento.

Por otra parte, Tarrou, cuando volvía por la noche, estaba siempre seguro de encontrar en el vestíbulo la figura sombría del sereno que se paseaba de un lado a otro. El sereno no cesaba de recordar a todo el mundo que él había previsto lo que iba a pasar. A Tarrou, que reconocía haberle oído predecir una desgracia, pero que le recordaba su idea del temblor de tierra, le decía: “¡Ah, si fuera un temblor de tierra! Una buena sacudida y no se habla más del caso… se cuentan los muertos y los vivos y asunto concluido. ¡Mientras que esa porquería de enfermedad! Hasta los que no la tienen parecen llevarla en el corazón”.

Páginas: 56 (novela), 41 (teatro)
Libro de referencia: La peste, de Alber Camus.
Película de referencia: La chaqueta metálica, de Stanley Kubrick.