Otra vez la reponen, pero no te cansas de verlo. No son como otras reposiciones que hacen esos grandes canales de la TDT en la que se vuelve a ver Alf, Los problemas crecen, Cosas de casa, Padres forzosos, El príncipe de Bel Air… Ahora te preguntas cómo veías eso, y lo que es peor, por qué sigo viéndolo 20 años después. Será la nostalgia.
Pero no es el caso de Friends, que no ha perdido la chispa como tampoco lo ha hecho los primeros capítulos de Los Simpsons. Te sigues riendo con los chistes malos de
Chandler, con las aburridas historias de dinosaurios de
Ross, con las conquistas de
Joey, con las locuras de
Phoebe, con las manías de
Monica y el desenfado de
Rachel.
Quizás sea ésa la clave de su éxito, la definición tan clara de los personajes en las primeras temporadas que hace que el 80% de su humor posterior se base en rasgos de sus protagonistas, y ahí va otra vez: el trabajo de Chandler, los matrimonios de Ross, los casting de Joey, el taxi de Phoebe, la obesidad anterior de Monica y los amores de Rachel.
Todas las tramas de comedias posteriores te parecen que ya se habían visto en las 10 temporadas de Friends. Nada ha sido igual desde entonces, pero menos mal que la TDT nos transporta en el tiempo y podemos volver a Nueva York con nuestros viejos amigos y con unos años menos.
Lo mismito, mismito, mismito me pasa a mí! :)
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