Por otra parte, Tarrou, cuando volvía por la noche, estaba siempre seguro de encontrar en el vestíbulo la figura sombría del sereno que se paseaba de un lado a otro. El sereno no cesaba de recordar a todo el mundo que él había previsto lo que iba a pasar. A Tarrou, que reconocía haberle oído predecir una desgracia, pero que le recordaba su idea del temblor de tierra, le decía: “¡Ah, si fuera un temblor de tierra! Una buena sacudida y no se habla más del caso… se cuentan los muertos y los vivos y asunto concluido. ¡Mientras que esa porquería de enfermedad! Hasta los que no la tienen parecen llevarla en el corazón”.
Páginas: 56 (novela), 41 (teatro)
Libro de referencia: La peste, de Alber Camus.
Película de referencia: La chaqueta metálica, de Stanley Kubrick.
Parece que nuestra conciencia depende de los medios de comunicación. Haití era pobrísimo y al mundo pudiente no le importaba, ni antes ni después del terremoto, quizá durante por aquello de tener una oportunidad para ENSEÑOREAR una especie de caridad, por supuesto, mediáticaa también y sin efectividad ninguna porque nada ha cambiado.
ResponderEliminarMe ha gustado reconocer el párrafo de La peste nada más empezar a leerlo, muy bien traído: ¿cuál es la peste de nuestro tiempo? la OBSCENA INDIFERENCIA.
Un abrazo y gracias por todos tus comentarios que siempre me agradan.
Hace apenas unos días, terminé de leer este libro de referencia que hacía años llevaba prometiéndome leer.
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