¿Divertirme en las vacaciones? −repitió ella−. Pues no, nunca. Ya ves, has puesto el dedo en la llaga, Shep. De eso no puedo culpar al instituto, ¿verdad? No, en las vacaciones no hacía otra cosa que leer e ir al cine sola y pelearme con la tía o la prima o la amiga de mi madre que me tocaba aguantar aquel verano, o aquella Navidad. Suena como a que era una inadaptada, ¿verdad? Tienes razón. No fue culpa del internado ni de nadie más, sino de mis propios problemas emocionales. Aquí tienes una buena regla empírica, Shep: coge a cualquiera que se lamente porque la vida le ha pasado de largo, y tendrás un cien por cien de probabilidades de que sea por sus propios problemas emocionales.
Páginas: 45
Libro de referencia: Revolutionary Road, de Richard Yates.
Canción de referencia: Ready to start, de Arcade Fire.
Película de referencia: Conocerás al hombre de tus sueños, de Woody Allen.
Ni del ocio, sabemos disfrutar.
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