De una celebración, de una noche de fiesta pueden surgir los peores instintos. Quizás sea el alcohol tomado después del Picnic lo que hizo estallar la jauría humana.
Me fascinan esas historias de una noche, donde todo era maravillosamente tranquilo o grácilmente encantador, donde todo se desencadena como por casualidad.
En La jauría humana, Brando debe defender a Redford de las garras del pueblo que se cree en posesión de la justicia.
En Picnic, William Holden llega por la mañana y desestabiliza con su torso desnudo (Un tranvía llamado deseo) a unas hermanas en pleno fervor sexual y a una maestra solterona (doblemente Un tranvía llamado deseo).
Cuidado con lo que hagas esta noche. Puede cambiar tu vida.
Cosas que me hacen sentir bien: La educación pública.
Cosas que me hacen recaer: Esperanza Aguirre.
EL BELLO SERGIO (1958), DE CLAUDE CHABROL.
Hace 14 horas
me gusta tu blog.. sí sí :)
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