Una pequeña reflexión prestada. No es mera casualidad que muchos de los textos dramáticos más memorables del teatro norteamericano, desde Largo viaje hacia la noche hasta El niño enterrado, pasando por Muerte de un viajante y Quién teme a Virginia Woolf, describan tensiones familiares y enajenaciones, el toma y daca de las guerras domésticas. En realidad, la venerable tradición de dramatizar los conflictos familiares no es en modo alguno únicamente norteamericana: el tema trasciende las culturas, es anterior al Hamlet de Shakespeare y se remonta al teatro de Esquilo. Ciertamente, Tennessee Williams se percató de que situar la crisis del corazón en el seno de la familia proporcionaría material más que suficiente para conseguir la empatía del público y su catarsis, puesto que la mayoría puede identificarse con facilidad con esos niveles de conflicto emocional.
Robert Bray, introducción de El zoo de cristal, de Tennessee Williams. Artes escénicas/Obras. 2007.
Páginas: 7
Libro de referencia: El zoo de cristal, de Tennessee Williams.
Canción de referencia: Todo lo que no, de LKan.
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