Las series y miniseries se están cargando la historia. Ahora con el 23-F, pero da igual que sean bodas reales, franquismo edulcorado o república de cartón piedra. De cualquier hecho histórico que hables, hazlo como si fuera una historia de amor a lo largo del tiempo, que no falte así el llanto.
Bandolera en tiempos revueltos, señoras y curas antes de la guerra o el 23-F, sí, el 23-F como el caso más flagrante. Todos los años una nueva producción, que a fuerza de repetir, banaliza la situación, se va los lugares comunes, representa lo ya representado, lo ya documentado.
En eso, la radio (Documentos - oír) o la literatura (Anatomía de un instante) van con ventaja, con mucha ventaja. Para 23-F, el de Muchachada nui.
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Hace 12 horas